No quisiéramos entrar en una diatriba o guerra de declaraciones, con ningún Club de los que hacen vida federativa y a su vez pertenecen a otras organizaciones, no sujetas a los Reglamentos de la FVF.
Pero es el caso de las informaciones tergiversadas del Vice-Presidente del Deportivo Táchira, aparecidas en diferentes medios de comunicación, sobre su solicitud de modificación de fecha de su encuentro Dvo. Táchira vs. Caracas FC, del próximo domingo 24 del mes en curso.
En principio la entidad que él representa, llegó sin presión, coacción o apremio a un acuerdo con sus pares de 1ª. División, en que cualquier modificación de calendario del Torneo, pasaba por un acuerdo entre los contendores, si el acuerdo modificaba la programación televisiva debería también tener la autorización de la Asociación de Clubes (entidad comercial que administra derechos económicos de los clubes de 1ª. División) y después de obtener tales autorizaciones dirigirse a la Comisión de Torneos Nacionales de la FVF, para que le notifique a la Comisión de Árbitros el cambio por ellos acordado.
El Deportivo Táchira obvió los pasos anteriores y pretendió que nosotros modificáramos el calendario, sin la previa autorización del Caracas FC y de la Asociación de Clubes, cosa que no debemos hacer, para lo cual no estamos facultados, salvo que tal modificación sea en beneficio de la actuación de los Seleccionados Nacionales.
En este caso específico, molesta a esta Junta Directiva de la FVF, que quiera personificarse en la figura del Presidente de la misma, con descalificaciones personales, las decisiones que en primera instancia corresponden a otros mecanismos de funcionamiento y mucho menos que se diga que nos “moleste la clasificación del Deportivo Táchira” ya que lo hace en representación del fútbol venezolano y está inscrito en la competición “Copa Libertadores” por esta Federación.
Nosotros hacemos un llamado a la afición futbolística tachirense a que pidan explicaciones claras sobre los acuerdos que la Junta Directiva de este Club, llega con otras organizaciones ajenas a este ente federativo y cuando no les resulte favorable alguna decisión de las mismas, no quieran asumir sus responsabilidades y recurran a la Federación para que enmiende sus errores.
