**El volante de Portuguesa F. C. acumula nueve convocatorias en el proceso de preparación al Sudamericano sub-20
Jhonny Párima demuestra al decir algunas palabras que no es de Acarigua, su acento oriental es bastante marcado, es nativo de Cumaná, aunque hace vida en el centro-occidente del país.
El volante de primera línea es uno de los futbolistas que más convocatorias acumula en el proceso de preparación al Sudamericano sub-20, con nueve llamados.
“Creo que he evolucionado bastante. La manera de jugar, la manera de entrenar ha sido bastante fuerte, bastante exigente y me he sabido ganar la confianza de los técnicos para seguir siendo llamado a la convocatoria”, señaló.
Párima nunca olvidará la primera convocatoria para el módulo inicial que se realizó en San Felipe, era la primera vez que era llamado al combinado vinotinto.
“Es una emoción bastante grande cuando uno es llamado a la selección nacional por primera vez. No es cualquier club, es la selección nacional. Uno viene con una ilusión, con una motivación bastante grande y ya cuando van pasando los módulos tu sientes que más emoción y ya siendo constante el llamado a la selección, tengo la mentalidad fuerte, el pensamiento bastante direccional a donde quiero llegar, al objetivo que queremos que es ser mundialista y bueno mejorar en lo que fallo y seguir trabajando para seguir siendo llamado”, explicó.
En enero, fue parte de la lista que asistió al primer viaje internacional en Cali, Colombia. Era la primera vez que enfrentaba a rivales internacionales, una experiencia que le permitió continuar su crecimiento como futbolista.
“Eran unos rivales complicados que nos hacían jugar, nos hacían correr. No es nada fácil, es algo parecido a lo que nos vamos a encontrar en el Sudamericano. Nos estamos preparando para eso, para ser mundialistas y para jugarle de tú a tú a cualquier equipo”, soltó.
En el décimo módulo, el mediocampista se siente como en casa, Acarigua fue la plaza que le permitió tener continuidad en la máxima categoría.
“Bastante contento, tanto para mí como para mi familia, para los fanáticos de Portuguesa, club donde pertenezco y hago vida. Estoy motivado, es una satisfacción para los fanáticos del Portuguesa, para la afición que viene a ver los juegos y continúo en lo que quiero y seguir entrenándome”, dijo.
Sus inicios
Párima cumple su segundo semestre en el “Penta”, allí llegó para cumplir uno de sus objetivos, establecerse en la Primera División.
“Ya había enfrentado a Lenin Bastidas en equipos de Primera División, tuve varios contactos con él y con personas que me podían ayudar. Estaba en Puerto Cabello y recibí un llamado de que si podía venir a ayudar a Portuguesa F. C. Sé que la tenía difícil porque Portuguesa tenía a Heber García, que era un juvenil que está jugando todos los minutos. Pero tenía la mente consiente en lo que me podía conseguir y viene a Portuguesa a ganarme mi puesto y fue lo que hice. Pude ver bastantes minutos la temporada pasada. Ahorita he visto pocos minutos, pero seguiré entrándome para que en cualquier momento me llegue la oportunidad de jugar y hacerlo bien”, señaló.
Sin embargo, el mediocampista tenía tiempo lejos de su casa. Fue la Academia Puerto Cabello, la que le tendió una mano cuando pensaba que el fútbol no sería parte de su futuro.
“Es una historia bastante larga porque me complicaba tanto lo económico como lo personal. Viví muchas experiencias, muchas cosas que me desanimaban, pero con el apoyo de casi toda mi familia y de personas allegadas hicieron que yo pensara y tomará conciencia del talento que tenía y lo aprovechara. Es la ilusión de todo futbolista llegar a la selección, llegar a un club de Primera División y por medio de representante y contactos que tuve pude llegar a Puerto Cabello. Me dio la oportunidad de sumar minutos en ese club y luego venirme a préstamo a Portuguesa.
Porque ya mi contrato termina en Mayo y estoy consciente de que puedo ir a un equipo mejor o irme al exterior, como sea y como Dios quiera”, aseguró.
“Sigo siendo ficha de ellos por año y medio. Solamente estoy aquí (Portuguesa) a préstamo por un año. En mayo se termina mi contrato, regreso a Puerto Cabello y a seguir entrenándome y dando lo mejor de mí”, agregó.
Al inicio de su carrera, jugaba en cualquier posición y a pesar que es volante de primera línea, no cierra la posibilidad de jugar en cualquier puesto.
“Jugaba de central, de lateral, variaba muchos las posiciones. Hasta hubo momentos que jugaba de delantero. Era ocasiones en barrios, en clubes. Que me hacían jugar varias posiciones. Era el jugador que más fuerza tenía. El que luchaba, que guerreaba, el que tenía corazón. Aquí lo estoy haciendo de volante de primera línea, pero preparado para cualquier posición. Hacerlo bien si me toca hacerlo en otra posición lo haría con la mayor disposición”, explicó.
Párima entiende la importancia de jugar en la primera línea de volantes, la zona que le da equilibrio y fútbol al equipo.
“Me siento bastante cómodo, bastante pendiente de lo que hace mi equipo. Creo que es una posición donde se piensa mucho, donde es el equilibrio del equipo, donde pasa todo el balón, donde juego del equipo. Creo que algunos partidos se gana base al mediocampo, es decir, a mi posición, al trabajo que puedo dar y a la exigencia que tengo que dar a la hora de jugar”, dijo.
Su familia, en Cumaná, al igual que el volante, en Acarigua, espera la próxima convocatoria, al salir y estar presente el apellido Párima, la emoción cruza del centro, al oriente del país.
“Mi familia bastante contenta, era lo que quería, que yo fuera grande. Llegará a un equipo de Primera División y más la emoción que tuvo cuando fui llamado a la selección y recibo el llamado constantemente. Es algo que cualquier futbolista quisiera tener, quisiera estar en una selección. Te puedo decir que mi familia hace fiesta cada vez que me convocan a un módulo de la selección. Soy de una familia de pocos recursos y luchando para seguir creciendo y avanzando como futbolista y sacar a mi familia adelante”, cerró.