Prensa Femenino FVF.-
El comienzo de la segunda vuelta de la Superliga Femenina de Venezuela significa, a su vez, el inicio de la norma del juvenil. Dicho artículo de las Normas Reguladoras dicta que en los equipos debe ser titular una jugadora nacida en el año 2002 o 2003 –si ya cumplió los 16 años. Esta medida impulsará el talento joven y fortalecerá la figura del campeonato como el semillero de las selecciones nacionales.
Los planteles deben tener mínimo dos juveniles, puesto que para sustituir una jugadora de la norma debe ser otra jugadora de las mismas características. En caso de que en la plantilla titular haya dos juveniles, cuando entre ambas sumen 90 minutos, pueden dejar el campo por futbolistas de libre edad. Muchos equipos ya habían confiado en juveniles previo al inicio de la norma y ahora se intensificará su presencia.
El semillero de la selección nacional
- 42 juveniles han sido convocadas al menos una vez para un partido de Superliga.
- 6 juveniles han marcado al menos un gol en el torneo profesional.
- 36 juveniles han tenido acción en lo que va de certamen.
- Adriángela Quiñónez y Yeniffer Piñero son las juveniles con más minutos (540) disputados hasta la fecha.
- Gran Valencia es el equipo que más juveniles ha usado: siete en total.
El éxito de la norma está corroborado en el masculino, en el cual fue una de las grandes razones del subcampeonato del mundo sub-20. En el caso del femenino la categorías menores siempre han dado nota altas: dos cetros en Sudamericanos sub-17 (2013 y 2016), un subcampeonato Sudamericano sub-20 (2015) y tres clasificaciones en Mundiales sub-17 (2010, 2014 y 2016); en los dos últimos lograron llegar a semifinales.
En el estreno de la norma no pudo ser mejor, ya que la juvenil del Caracas Raiderlin Carrasco fue la Jugadora Más Valiosa de la jornada ocho, tras marcarle un doblete a Arroceros de Calabozo. En el mismo duelo Diana Álvarez marcó para el conjunto llanero. Con estas conquistas, Carrasco y Álvarez se convirtieron en las juveniles con más goles el torneo, con un par de dianas cada una.
De esta forma se potenciará la Superliga como plataforma para el inmenso talento de la jugadora venezolana y la norma colaborará para que se fogueen desde tempranas edades. Un fórmula donde ganan todos. Los clubes producen sus propios talentos y la selección nacional se nutre de la liga.