Comunicaciones FVF / Caracas. Vestir la camiseta de una selección nacional, en cualquier disciplina, es un orgullo y así lo reafirmó la defensora Lidey Flores, una de las futbolistas que estuvo presente en el pasado módulo de la Vinotinto sub-20 femenina realizado en Caracas y que tuvo fin el martes en horas del mediodía.
“Es una pasión inexplicable, al momento que estás con la camiseta de tu país, representándolo. Se te paran los pelos cuando escuchas el himno nacional y te inspira a seguir hacia adelante”, destacó la jugadora merideña.
Pero llegar a este momento, no resulta únicamente un logro personal, sino también familiar. “Fue una emoción muy grande cuando nos dijo la licenciada del club que estábamos convocadas. Fue una alegría tanto para mí como para mi familia”, recordó.
Todo llega producto de una gran temporada en la reciente Liga FUTVE Femenina 2022 junto a Estudiantes de Mérida, en la que no solamente colaboró con su club en sus funciones defensivas, sino también a nivel ofensivo anotando un total de cinco tantos.
“He trabajado bastante con el club para llegar hasta acá. Cada entrenamiento y cada juego, siempre lo hacíamos con todo para lograr el objetivo”, indicó la zaguera central merideña.
Constante crecimiento
Flores acumula más de siete años en las categorías juveniles de la Vinotinto femenina y por ello, ha tenido un importante crecimiento personal y profesional, con miras a seguir cumpliendo sus objetivos.
“Desde pequeña jugaba con mi hermano. Cuando estaba en el Club Deportivo Andes, tuve el primer llamado a un módulo en Mérida. He tenido un crecimiento con mucha evolución, llegué siendo una niña de 13 y hoy en día tengo 20, sabiendo cuál es mi objetivo”, contó.
Ahora, su siguiente meta es continuar en la órbita de la Vinotinto y poder salir al exterior. “La primera meta es jugar con la selección, que es bastante importante. Luego salir afuera y jugar con un club internacional. Vestir la camiseta es una pasión, debo seguir trabajando para poder estar aquí”.
Del módulo, asegura que se llevará el esfuerzo para trasladarlo a sus trabajos diarios. “El trabajo que hacemos día a día es importante, porque aprendemos bastante. Entonces serían muchas cosas buenas que me llevaría de aquí, para seguir trabajando en Mérida, con el fin de seguir representando a la selección”, cerró.