Mariana Iglesias: “La alimentación es como la gasolina de alto, medio o bajo octanaje para un futbolista”

 

 

PRENSA FVF/PORLAMAR.-

 

En medio de la preparación planificada de las selecciones Vinotinto, suele estar la Lic. Mariana Iglesias, la misma que contribuye más allá de un simple aporte nutricional y de menú en la alimentación.

 

Iglesias llegó al fútbol hace 23 años con un manual de conocimientos que adquirió en la Maestría de Fisiología del Ejercicio, la cual fue su mejor presentación para demostrar cuán importante puede ser la buena alimentación en un futbolista.

 

Tras gratos resultados con equipos profesionales como el Caracas FC y Zamora FC, y luego con La Vinotinto absoluta, Iglesias lleva las riendas del Departamento de Nutrición en el Centro Nacional de Alto Rendimiento (CNAR) de Porlamar, principal centro de concentración de nuestros equipos.

 

 

Iglesias ha hecho énfasis en el trato humano y amable que debe tener el equipo de 14 personas que coordina, pero también en la aplicación del método científico que se inicia desde que recibe la información de alguna selección que se vaya a concentrar.

 

Con una comunicación estrecha con cada Cuerpo Técnico, Iglesias prepara con anticipación lo que será el menú de, mínimo, cuatro comidas al día. Todo bien calculado.

 

Comunicación

 

“Estoy en pleno contacto con cada selección. Hay estudios que se han hecho antes y que apuntan a trabajar de manera planificada con los equipos”, explica Mariana a Prensa FVF, sin dejar espacio a la improvisación.

 

 

Su método consistió en hacer una base de datos de cada jugador y selección en sus distintos géneros y modalidades.

 

“Puedo decir que cada categoría tiene requerimientos diferentes. Esa es la información que recopilamos. Cuando un equipo viene al CNAR, estudio la morfología de cada jugador y con otras informaciones ya sabemos lo que pueden comer”, explicó.

 

En medio de ese análisis Iglesias aclara que no es lo mismo darle de comer a un jugador que mida 1,50 mts que a otro de 1,80 mts; incluso, también hace diferenciaciones en cuanto a las posiciones que juegan en el campo.

 

“Cambian las raciones de carbohidratos, proteínas, entre otros. Debo decir que este trabajo no lo hacemos sin cálculo, siempre hablamos con cada cuerpo técnico para saber las sesiones de entrenamientos, sus tipos e intensidades”, apuntó.

 

 

Y en medio de cada análisis, puede transcurrir una rutina diaria de asistencia nutricional cuando un equipo está en el CNAR. Iglesias cuida la celeridad en el servicio de cada plato en un comedor que supera los cánones de cualquier restaurant de primera.

 

Al momento de la comida, Mariana se levanta para verificar los tiempos de servicio y alimentación. Al terminar se va a un salón apartado para sentarse frente a su laptop y planificar la siguiente comida, la siguiente jornada.

 

La profesional lleva las riendas de un comedor que consta de hasta cinco áreas, en las que los espacios de las proteínas no se juntan con la de tubérculos, frutas, carbohidratos, entre otros.

 

 

Un trabajo

 

En el CNAR el funcionario que recibe la alimentación la pesa hasta llevarla a las cavas de congelación, las cuales albergan distintos productos sin mezclarlos.

 

La cocina tiene espacios para cada tipo de alimentación y en una concentración de dos semanas puede albergar alrededor de 900 kilos de proteínas, más de 200 kgs. de carbohidratos, entre otras cantidades. El tiempo de servicio consta de 15 minutos para 15 o 20 personas pasando por la zona de alimentación antes de sentarse en las mesas.

 

Cada etapa de preparación de comidas puede durar entre hora y dos horas y media, dependiendo de la misma, si es desayuno, almuerzo o cena.

 

 

Para ello hay un equipo de 14 personas que se dividen por turno, todas preparadas por Iglesias y su esposo Elio Mármol, principal cabeza del equipo de Chefs. Desde que entran las selecciones el cálculo de Mariana y su equipo empieza a funcionar. Su principal misión es cumplir con el objetivo de garantizar nutricionalmente el rendimiento de cada equipo.

 

“La alimentación es como la gasolina de alto, medio o bajo octanaje para un futbolista. Mucho de su rendimiento depende de ese factor”, recalca la profesional de la nutrición, antes de seguir con la jornada que le tocó cuando atendió a la Vinotinto Sub 20 en su segundo módulo de trabajo.